RETORNO A LA NORMALIDAD
- Fotografía Rodrigo Hernández
- 2 oct 2020
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Guatemala no fue la misma desde el 13 de marzo cuando detectó el primer caso de COVID-19 en el país, ajustando sus distintos hábitos y formas de vida en todos los campos de su existencia. Desde las formas de entendernos a nosotros mismos hasta las relaciones y la forma en que nos comunicamos con nuestro entorno, cerrando prácticamente todo espacio que permitiera la aglomeración de personas, ya para trabajar o para comprar o distraerse.
Miles de guatemaltecos se vieron beneficiados con la reapertura del transporte público que ha comenzado a salir de nuevo a las calles y así beneficiar para que las personas puedan economizar un poco más su transporte.

Con un nuevo sistema de trabajo, el servicio del transporte público fue uno de los pocos que han logrado su reapertura, luego que forzosamente tuvieran que suspender labores por la pandemia por la cual el país está pasando.

El nuevo protocolo que deben cumplir los buses que deseen laborar consiste en varios pasos. Para iniciar cada uno de los asientos de la unidad se encuentran señalizados para cumplir con la distancia requerida por el Ministerio de Salud, la cual solo permite una persona por asiento y así cumplir el metro de distancia necesario para no contagiarse y generar un nuevo brote.
Siguiendo con que el piloto debe de asegurar que los sistemas de ventilación funcionen y de instalar barreras físicas, como protectores o mamparas transparentes de material rígido o flexible para aislarse y no tener contacto con las personas que aborden la unidad de transporte.

Los buses solamente podrán transportar el 50% de su capacidad, es decir entre 30 a 40 personas las cuales deben cumplir el protocolo para poder abordar la unidad. El pasaje en la mayoría de las líneas de transporte ha incrementado el 50% en comparación de principio de año.

La nueva normalidad ya no permite llevar como tradicionalmente lo hacían un ayudante quien era el encargado de hacer el cobro del pasaje, al subir a la unidad el piloto deberá tomar la temperatura, indicarle al pasajero que debe aplicar gel y suplicarle que no permanezca sin mascarilla dentro del bus y la temperatura máxima para poder abordar la unidad será de 37.5 grados.

Cada semana los buses deberán pasar por un proceso de somatización para desinfectar cada uno de los asientos y poder nuevamente salir a trabajar y en caso de infracciones de este protocolo se sancionará al piloto que conduzca la unidad con la suspensión de su inscripción en el Registro de Pilotos de la Dirección General de Transportes por un periodo de seis meses.
Así también se suspenderá parcialmente la licencia de transporte extraurbano y la tarjeta de operación de la unidad.

Para concluir, las paradas serán establecidas por cada municipalidad esto con el fin de que cada una establezca sus propios protocolos sanitarios a como sea de su conveniencia y todo esto será publicado en el Tablero de Alerta Sanitaria.

Redacción y Edición: Rodrigo Hernández
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