Violencia contra la mujer: el verdugo está en casa
- JOSE BARILLAS
- 21 ago 2020
- 7 Min. de lectura
Golpes, burlas, violaciones, daños psicológicos, estos son algunos de los maltratos que vive diariamente la mujer en Guatemala. Las amas de casa y sus hijas son victimizadas por el poder de un hombre, muchas veces su esposo o padre, que manteniendo el control y superioridad sobre ellas hace que el miedo se adueñe de su voluntad y el silencio triunfe ante los actos de violencia.
Para las Naciones Unidas la violencia contra la mujer se define como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.
Los delitos de violencia contra las mujeres y niñas son los más reportados según el portal de estadísticas del Observatorio de las Mujeres del Ministerio Público, MP, quienes reciben 188 denuncias diarias por los diferentes tipos de agresión, el 30 por ciento de estas en lo que va del 2020 afectan a este grupo vulnerable.

El Observatorio de Mujeres del MP reporta 188 denuncias diarias en lo que va del 2020. Fotografía: Página de Internet del MP.
El Instituto Nacional de Estadística, INE, con los datos proporcionados por el MP reportó un total de 57 mil 471 actos de violencia contra la mujer solamente en el año 2017. El departamento de Guatemala reportó un total de 9 mil 252 agredidas, siendo el maltrato psicológico con 36.7 por ciento y la violencia física con un 24.2 por ciento, los tipos de agresión más comunes.
El lugar más frecuente donde se violenta a las mujeres, según este reporte es en la vía pública con un 62.7 por ciento y dentro de los hogares con el 21.4 por ciento.
Por otro lado, en muchas ocasiones estos hechos de violencia no se denuncian. Las afectadas se acostumbran a estos actos y creen que alguna acción que han realizado merece este maltrato. La víctima considera que es normal este tipo de abuso. Con su poca autoestima pierden la confianza en sí mismas y no se dan cuenta del daño que se les está ocasionando.

El MP recibía entre 30 y 32 denuncias diarias de mujeres que eran violentadas por sus parejas durante la cuarentena y el toque de queda. Fotografía: Soy502.
Tipos de violencia y abuso contra la mujer
Violencia física: Es toda agresión intencional, repetitiva, causada al cuerpo mediante golpes, patadas, mordidas, empujones, tirones de pelo, golpes con objetos, como armas, palos, cinchos y otros.
Violencia psicológica: Se basa en amenazar, humillar, insultar o gritar y así menospreciar a la mujer.
Violencia sexual: Irrespeta el derecho de toda mujer de decidir su forma de contacto sexual, puede manifestarse de manera física o verbal.
Violencia patrimonial y económica: Cuando se niegan los recursos económicos, o toda aquella acción contra los bienes muebles o inmuebles de una mujer.

Miles de mujeres piden ayuda por ser víctimas de sus agresores que forman parte de su círculo familiar. Fotografía: La Hora.
En el Artículo 1 de la Constitución Política de la República de Guatemala se establece que el Estado está obligado a salvaguardar la vida de cada uno de los ciudadanos guatemaltecos, y la Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer Decreto 22-2008, dentro de sus artículos contemplan la igualdad y libertad de la población femenina de todo tipo de violencia física o psicológica que pueda ejercer su pareja o familiar; además deberá ser resguardada y protegida la integridad de la víctima.
Sanciones y recomendaciones
Los actos de agresión física o sexual son sancionados con 5 a 12 años de prisión, según la gravedad del delito, como está establecido en la Ley de Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer. Las agredidas contarán con el derecho de ser informadas respecto de la evolución o solución de su caso y deberán ser asistidas y apoyadas por fundaciones que se dediquen a orientar a mujeres que han sido victimizadas por su agresor.

El MP habilitó la aplicación para dispositivos móviles “botón de pánico”, la cual les permite solicitar ayuda en caso de considerarse víctimas de violencia. Fotografía: Facebook MP de Guatemala.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, recomendó crear un plan de seguridad debido al incremento de violencia en el hogar durante el confinamiento en América Latina:
Conocer los números telefónicos de emergencia.
Mantener el celular cargado y si es posible con datos.
Mantener contacto con amigos, familiares y vecinos (red de apoyo).
Crear una palabra clave para alertar a la red de apoyo.
Buscar apoyo emocional.
Tener una maleta de emergencia que incluya: documentos de identificación, dinero, ropa extra y medicamentos.
Buscar un lugar para resguardarse.
Historia violenta
Rocío*
Tiene 32 años, conoció a su esposo cuando tenía 13 años y mantuvieron una relación por un corto periodo hasta que él un día desapareció y ella le perdió el rastro, pero se reencontraron 4 años después.
Empezaron una relación formal y hace 11 años al poco tiempo de quedar embarazada se casaron. El matrimonio tiene dos hijos, un varón de 7 años y una niña de 11 años.
Pero la personalidad de quien fuera su amor de la infancia fue variando, según narra Rocío: “Su carácter cambió, me agarraba a la fuerza y empezó a comportarse de forma violenta”, comentó.
Añade que sufrió de discriminación por ser una mujer de piel morena y de baja estatura, a diferencia de su esposo quien es de piel blanca, cabello rubio, alto y de ojos verdes.
Los insultos comenzaron cuando se enojaba, cuando no tenía la comida lista o porque simplemente no le gustaba como hacía la limpieza o como se vestía. Cuando estaba ebrio le reclamaba por su actitud. “Desde entonces comenzó a insultarme por mi físico, me decía que era una ´aplastada´, ´negra´, que era fea, que era una ´india´, que no servía para nada, que me arreglaba como vieja; me tiraba la comida y otras groserías fuertes que me hacían sentir mal”, relató Rocío sentada en la banqueta de su casa.
Ella respondía de la misma forma cuando él la insultaba. Había tiempos buenos y malos, para ella era algo normal en una pareja de recién casados. “Me comenzó a tirar todo lo que tenía a la mano, me empujaba, me jalaba del brazo, le molestaba que saliera y hablara con las personas”, comentó Rocío. “Yo sabía que cuando me miraba hablando con alguien tenía que irme corriendo para la casa”, añadió.
“A mi familia nunca le conté por lo que pasaba, mi mamá me visitaba y yo le decía que todo estaba bien, aunque yo sabía que no era así; pasé cuatro años en esta situación, nunca me había agredido físicamente, hasta el año pasado que llegó ebrio y descontrolado me comenzó a insultar, de lo enojado agarró un palo de escoba y me lo aventó, comenzó a perseguirme por toda la casa. Como pude agarré un sartén y le dije que si me llegaba a pegar le iba a decir a mis familiares; amenacé con llamar a la policía para denunciarlo, aún así todavía quería pegarme, pero mi nena de 11 años se puso en medio de la pelea, ahí reaccionó y se arrepintió”, refirió Rocío sin poder contener las lágrimas..
“Como le dije, creía que era normal, a mí nadie me dijo que podía buscar ayuda. El año pasado en enero fue la última vez que intentó agredirme, pasamos seis años sin problemas de este tipo, él me dice que se arrepiente porque él sabía que estaba haciendo mal, ahora vivimos tranquilos los cuatro en la casa, y a pesar de que hay discusiones, ya no son como las de antes cuando los niños estaban pequeños. Ahora sabe que si vuelve a suceder lo denuncio ante la policía y lo dejaría por completo”, concluyó Rocío.

La Policía Nacional Civil, PNC, tiene a disposición para denuncias anónimas y seguras por violencia contra las mujeres los números telefónicos 110 y 1572. Fotografía: Revista Amiga.
* Pidió que su nombre real se mantuviera en el anonimato por motivos de seguridad.
Una organización amiga
El Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo de la Mujer, Cicam, es una ONG sin fines de lucro, brinda apoyo legal y ayuda psicológica si el caso lo amerita. Está dirigido para todas las mujeres que lo necesiten.
Dentro de los servicios que Cicam ofrece se encuentra la asesoría para la solicitud de medidas de seguridad, oposición a medidas de seguridad, pensión alimenticia, aumento de pensión alimenticia, cobro de pensiones atrasadas y divorcio voluntario, todo esto de manera gratuita.
Asenat Fernández, representante del Cicam, comentó que durante la pandemia la violencia contra la mujer tuvo un aumento, no proporcionó cifras exactas de denuncias, ya que esto es directamente con el MP y la PNC.
Los casos que llevan no se ganan ni se pierden, simplemente siguen el curso legal que deben. Las acciones legales van apoyadas en los marcos legales de la Procuraduría General de la Nación, PGN, y juzgados correspondientes.
El proceso legal depende de que se está denunciando, en el caso de una denuncia por violencia física, estas son irreversibles, una vez que se inicia el MP de oficio debe iniciar la investigación y darle seguimiento, anteriormente las mujeres sí podían desistir de este proceso. Con la creación de la Ley propia de violencia intrafamiliar, violencia contra la mujer y trata de personas, ya no es posible desistir una vez iniciado el proceso de investigación, este debe continuar hasta llegar a su fin.
Las mujeres que han sido víctimas de violencia pueden ser atendidas y orientadas por el personal de Cicam en la siguiente dirección: 31 avenida 0-52 zona 7 Colonia Utatlán 1, Ciudad de Guatemala.
Además existen otras organizaciones que velan por la seguridad de las mujeres, dentro de las cuales están:
La Oficina Nacional de la Mujer se encuentra ubicada en la 2a. calle 11-63 zona 1, Guatemala.
Red de la No Violencia contra las Mujeres, ubicada en la 2a. calle 8-28 zona 1, Edificio los Cedros 4to. Nivel oficina 4B, Ciudad de Guatemala.
Grupo Guatemalteco de Mujeres, GGM, ubicado en la 2a. calle 8-28 zona 1, Edificio Los Cedros 3er. Nivel, Guatemala.
Fundación Sobrevivientes, 12 calle 11-63 zona 1, Ciudad de Guatemala.
Fundación Myrna Mack, ubicada en la 2a. calle 15-15 zona 13, Guatemala.
Centro de Apoyo Integral para Mujeres Sobrevivientes de Violencia, Caimus, 7a. avenida 1-11, zona 2, Ciudad de Guatemala.
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